sábado, 10 de octubre de 2009

Dos Dias Más...

Lectura de la Biblia: Marcos 6-49 al 51 / Salmo 34-19 / Juan 11-6
Si leemos el Salmo 34-19 vemos que todas nosotras (los justos) estamos en situación de ser quebrantadas por pruebas.
1) Aun en la obediencia podemos tener pruebas


En Marcos 6 dice que después de haber dado de comer a la multitud (donde los discípulos fueron los protagonistas ya que el Señor les había dicho “Dadles vosotros de comer” 6-37, los imaginamos yendo y viniendo con las canastas sirviendo a toda esa gente, vemos la obediencia de los discípulos, el Señor les dice que suban a la barca para ir a la otra ribera mientras El despedía a la multitud. Y después que los despidió se fue al monte a orar, en medio de la noche comenzó el gran viento (la prueba) ¿cómo, los discípulos habían obedecido al Señor, y tenía que pasar por esta prueba? Si, hermanas, aún en la obediencia el Señor nos prueba.
2) El Señor siempre nos mira


El Señor había quedado en tierra, lejos de ellos, pero los vió remar con gran fatiga Proverbios 15-3 “los ojos del Señor están en todo lugar” siempre nos está observando y escuchando nuestras oraciones, El no duerme, está atento a todo lo que le pasa a sus hijos, y vino hacia ellos, y subió con ellos a la barca y el viento se calmó, el Señor pasó la prueba con ellos. 1º Corintios 10-13 “no nos dará más de lo que podemos resistir”


3) El Señor nos dice: espera 2 días más


A veces desesperamos ¿hasta cuando Señor, he de soportar todo esto? Recuerda que el Señor no te va a dar más de lo que puedas resistir, El sufrió más, mucho más por vos y por mí. En el pasaje de Juan dice que el Señor se quedó dos días más, ¿por qué si amaba tanto a Lázaro y sus hermanas, les hacía esperar dos días más? ¿por qué si había una prueba de enfermedad? Porque los tiempos no son nuestros, Salmo 31-15. El Señor te puede decir espera dos días más, tal vez un año más, tal vez toda una vida, no lo sabemos, pero si estamos seguras que todo está bajo su control, que El nos está mirando y que nos dará la salida, vendrá en medio de la tormenta y se subirá a nuestra barca y nos dirá: no temas, yo soy, ¡animo! Y se calmará el viento de la prueba y serás bendecida por el Señor.


Marga

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